Molina de Segura nació como asentamiento a la vera del río. El lugar tenía zonas pantanosas
no aptas para la agricultura, con excepción quizás del arroz, por lo
que los romanos represaron al Segura en la Contraparada
con el fin de regularlo. El perfeccionamiento de los sistemas de riego,
especialidad de los árabes, mediante ingeniería de entramado de acequias, norias y
canaletas permitió el uso molinos harineros, concluyendo esta cadena
industrial alimentaria.
Molina de Segura
es progreso y pujanza: experimentó en las últimas décadas el mayor crecimiento urbano, económico y demográfico de la
región. De
los 60 a los 90 pasó de 16 a más de 40 mil habitantes.
Es
lugar de mucho movimiento humano. Tiene una activa industria de
producción frutihortícola.
Ya se la citaba como Molina La Seca en el siglo XI pero su historia es
mucho más antigua ya que era plaza romana.
El
agua del un río que había que cruzar en barca se aprovechaba por
molinos.
Como
todas las villas Molina tenía su castillo de origen romano y después
árabe del que quedan ruinas en las cuales hay un mirador.
El paisaje tiene los accidentes orográficos de la Sierra de la Espada y
la Sierra del Lugar, mientras que el suelo se divide entre secanos y los
huertos que, como en toda la Región viven de las acequias.
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