WIKILEAKS Y EL FANTASMA DE KENNEDY
Mientras se despeja la nube de operaciones y medias
verdades lanzadas por los medios hegemónicos y se espera
conocer los otros cables filtrados por WikiLeaks,
es sano sospechar que lo que parecía una acción heróica
de un periodista ex-hacker romántico a la Greenpeace,
una especie de Llanero Solitario de la libertad
de información, se transformó luego casi en una misión
del Súperagente 86 y ahora nadie puede asegurar
que no haya sido una operación de KAOS o del
equipo de Misión Imposible, especialista en
utilizar cortinas de humo para disimular una operación
encubierta.
Antes de abordar un análisis más sereno, hagamos un poco
de memoria histórica, olvidando por un momento cables,
embajadas y medios hegemónicos.
El hundimiento del buque norteamericano
Maine
en 1898 en las costas de Cuba, atribuido entonces a
fuerzas españolas, fue el disparador para que EE.UU. le
declare la guerra a España, lo que selló la
independencia del país centroamericano. Luego se
descubrió que el suceso que había sido ampliamente
difundido y tergiversado por medios de difusión
estadounidenses no había ocurrido, pero la isla ya se
había convertido en un prostíbulo y casino flotante de
los magnates y mafiosos yanquis.
El hundimiento del crucero norteamericano
Lusitania en 1915 por torpedos alemanes
fue la causa que esgrimió EE.UU. para entrar en la
Primera Guerra Mundial. El oscuro incidente y la
retirada de buques escoltas a último momento despertó
suspicacias en los historiadores, pero nadie niega que
fue el detonante para forzar a una población y a un
presidente reacios a intervenir en una guerra lejana.
Es bien conocido que el ataque japonés a
Pearl
Harbour en diciembre de 1941 provocó la
entrada de EE.UU. en la II Guerra Mundial. Hay quienes
sostienen que el gobierno norteamericano tenía la
información del ataque pero no hizo nada para evitarlo,
con la intención de tener la excusa perfecta para entrar
en otra guerra mundial.
En 1963 es asesinado el presidente Kennedy, reacio a
escalar la intervención yanqui en la guerra interna de
Vietnam, que es lo primero que hizo el vicepresidente
Cob… perdón, Johnson al asumir tras el magnicidio. Y la
guerra abierta contra Vietnam del Norte se justificó
luego de que se denunciara que destructores
estadounidenses habían sido atacados por el ejército
vietnamita en 1964. Luego se supo que ese ataque
vietnamita no había ocurrido, que el supuesto asesino
del presidente (catalogado como “izquierdista” en
aquellos tiempos e la Guerra Fría),
Lee
Harvey Oswald quizás no había sido el único
que disparó o que ni siquiera había sido el verdadero
asesino.
Cuando
Robert
Kennedy, hermano del presidente asesinado,
logra hacerse cargo del partido Demócrata y es número
puesto para la presidencia, es también asesinado por un
magnicida solitario.
Luego de la reelección del presidente Bill Clinton, tras
haberse recuperado de la derrota de las elecciones de
medio término, en 1997, aparecieron filtraciones en la
gran prensa sobre el affaire de la “oralidad”
de Mónica Lewinsky en el Salón Oval de la Casa Blanca, y
el partido Republicano intenta una destitución del
presidente a través de un
impeahment del Congreso estadounidense,
alegando aspectos morales y religiosos mancillados del
pueblo estadounidense. Finalmente, los conservadores
estadounidenses no lo lograron y además Clinton terminó
su presidencia con un alto índice de popularidad.
El 11 de Setiembre de 2001 EE.UU. es atacado con éxito
en su territorio continental por primera vez en su
historia, y lo primero que hace su gobierno es culpar a
Irak de los atentados y amenaza con atacar a Sadam
Hussein. Cuando pasan las horas y se revela que el grupo
terrorista culpable de los atentados, Al Qaeda,
está en realidad en Afganistán y no en Irak, las bombas
caen allí, pero al año siguiente también hacen blanco en
Irak, el malo de la película es derrocado y termina
ahorcado. El olor a petróleo de esas guerras es tema
conocido, como así también que las excusas esgrimidas
eran falsas. Las consecuencias de esas guerras también
son bien conocidas.
En todos estos casos vemos que el ala derecha del
“águila calva”, la más guerrerista y ligada a los
intereses económicos, bélicos y estratégicos del
imperio, fue la verdadera beneficiada de estos ataques a
la soberanía, el orgullo o al mismo pueblo
estadounidenses, independientemente de las víctimas
fatales o morales de los hechos. Salvo en el caso de
Clinton, los conservadores y militantes de la derecha
fundamentalista salieron victoriosos en estos
incidentes. Como se sabe, una población víctima de un
ataque se amalgama frente al enemigo y acepta las
propuestas de quienes están más preparados para
reaccionar en estos casos: la derecha violenta.
¿Pero, qué tiene que ver todo esto con WikiLeaks? Veamos
algunos hechos.
Un ex hacker australiano que vive en la clandestinidad
en Inglaterra, no en Venezuela o Rusia, que se
promociona como adalid de la libertad de información del
pueblo y maneja un portal para difundir libremente
cables, imágenes y videos reservados de la mayor
superpotencia mundial, cuando consigue la friolera de
más de 220.000 cables secretos del Departamento de
Estado estadounidense, en lugar de colgarlos en su sitio
web decide darlos a conocer a través de la prensa. Pero
no recurre a la prensa independiente, cooperativa,
alternativa u otros sitios web similares sino a medios
grandes y, a su vez, en lugar de elegir a medios
alternativos como El Universal de México,
The Independent de Gran Bretaña, The Nation
de EE.UU., Al Jazzera, Telesur o
Página 12, se los entrega a cinco medios
importantes del establishment de cada país: The New
York Times, Le Monde, The Guardian,
Der Spiegel y El País (faltaban La
Nación y Clarín y: cartón lleno). Lo
primero que hacen estos medios es pactar qué se publica
y qué no con el principal perjudicado de todo esto: el
Departamento de Estado. El resultado es que los cables
(que son siempre catalogados como confidential
o secret pero nunca top secret) no
quedan en manos de la prensa alternativa ni son
liberados para el acceso de cualquiera sino de la prensa
más poderosa. De esta manera, los chismes y
especulaciones de cuarta de los embajadores
estadounidenses y sus buchones de turno sobre las
miserias de países como Argentina, Brasil, Bolivia,
Venezuela, Paquistán, Corea del Norte y demás “chicos
malos” y rebeldes según el establishment occidental son
traducidos, editados y comentados en los cinco diarios
occidentales. Además, hasta ahora no hay cables
comprometedores sobre los principales aliados de EE.UU.,
es decir: Israel, Arabia Saudita, Reino Unido, Corea del
Sur, Japón o países menos rebeldes a los caprichos
yanquis de nuestra región, como Chile, Colombia, Perú,
etc.
Dicen los expertos en seguridad informática que los
cables encriptados no pudieron ser hackeados desde
afuera de la red de seguridad yanqui, ni robados por un
simple soldadito raso, sino por alguien con el
conocimiento y el acceso permitido a la red, (como
explicó Ariel Garbarz en Miradas al Sur el 5/12/10). Al
conocerse la filtración masiva, un vocero de la
Secretaría de Defensa estadounidense aclaró que no
utilizaron la fuerza de choque cibernética contra
WikiLeaks porque la filtración de esos documentos no
afectaba demasiado el poder ni el prestigio de su país.
Un ex miembro de WikiLeaks, John Young, renunció en 2007
alegando que el sitio era una herramienta encubierta de
la CIA.
El presidente Obama que acaba de recibir un sopapo en
las elecciones de medio término, como él mismo admitió,
tiene como objetivo lograr lo mismo que Clinton en su
primera presidencia: tras perder las legislativas del
1994 y aunque nadie pensaba que su reelección era
posible, Clinton decidió dar un giro ala derecha a su
política tomando medidas económicas idénticas a las que
proponían los republicanos; finalmente, se recuperó y
logró la reelección en 1996. Si Obama logra controlar la
economía doméstica con su programa heterodoxo y cumplir
con algunas de sus promesas preelectorales, puede emular
a Clinton y devolverle el sopapo a la derecha y
ultraderecha de su país, que se están relamiendo por el
bochorno de la dupla Obama-Hillary (ambos candidateables
para 2012). Y aquí es donde aparece el fantasma del
equipo de la serie Misión Imposible y su habilidad para
encubrir operaciones: mientras nosotros aquí discutimos
como Jorge Rial en Intrusos las miserias de
este Gran Hermano diplomático de cabotaje,
quizás allí en el norte esté por comenzar una cruzada en
el congreso y en los medios masivos contra la
“ineficiencia demócrata” para manejar la inteligencia y
la diplomacia estadounidense, y para recuperar el
perdido prestigio de ese país, con el objetivo puesto en
las cabezas de la dupla “izquierdista” demócrata y
forzar la aplicación de las polìticas fundamentalistas
de la derecha. Quizás, tal vez… no es seguro. Porque los
fantasmas de las otras historias expuestas al princípio
son demasiado tenebrosas para evocarlos, ¿no?
N&P:
El blog del autor es agencia Basurero Nacional
basureronacional@gmail.com
http://basureronacional.blogspot.com
Fuente:http://www.nacionalypopular.com/index.php?option=com_content&task=view&id=16793&Itemid=175